Trece monjas de clausura de un convento de La Habana fabrican las hostias de Cuba: un millón de obleas que se extienden por toda la isla ofreciendo un curioso retrato de Cuba inmersa en cambios históricos.
Trece monjas de clausura de un convento de La Habana fabrican las hostias de Cuba: un millón de obleas que se extienden por toda la isla ofreciendo un curioso retrato de Cuba inmersa en cambios históricos.