En un pueblo del sur de Santiago del Estero, adoptando el nombre del lugar, la imagen de Nuestra Señora de Sumampa, que vino con la de la Virgen de Luján, allá por el año 1629, se quiso quedar y ganar el corazón de los más humildes. Apreciemos, pues, su historia, la devoción popular y todos los momentos vividos en la coronación pontificia de la Madre que es verdaderamente Reina por ser Madre de Dios.