Dary es una asesina condenada a cadena perpetua que, tras doce años de cárcel, recibe el indulto. Antes de dejar la prisión, un funcionario le explica que Miguel, un cura rural anciano y ciego, ha solicitado su ayuda como asistente. Dary acepta esta labor, que consiste en ayudar al párroco a responder las cartas de los fieles solicitando ayuda espiritual. Dos mundos radicalmente opuestos se entrelazan en esta emotiva historia sobre el perdón, la amistad, el cuidado y amor propio en el día a día, las dificultades de envejecer y el inmenso poder de la redención.