Papa Francisco – Marzo 2021
Cuando yo voy a confesarme es para sanarme, para curar mi alma.
Para salir con más salud espiritual. Para pasar de la miseria a la misericordia.
El centro de la confesión no son los pecados que decimos, sino el amor divino que recibimos y que siempre necesitamos.
El centro de la confesión es Jesús que nos espera, nos escucha y nos perdona.
Recuerden esto: En el corazón de Dios estamos nosotros antes que nuestras equivocaciones.
Y recemos para que vivamos el sacramento de la reconciliación con renovada profundidad y para saborear el perdón y la infinita misericordia de Dios. Y recemos para que Dios dé a su Iglesia sacerdotes misericordiosos y no torturadores.